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ÉTICA SAMARITANA

 



La ética del Buen Samaritano nos insta a ser conscientes de las situaciones en las que otros necesitan ayuda y a tomar medidas para aliviar su sufrimiento. No se trata solo de actuar en momentos de crisis o emergencia, sino de cultivar una disposición constante hacia el prójimo y actuar de manera proactiva. Esto implica estar atento a las necesidades de los demás en nuestra comunidad, en nuestro entorno de trabajo y en la sociedad en general.

La ética del Buen Samaritano también desafía nuestra tendencia natural a prejuzgar a las personas según su apariencia, origen o estatus social. Al igual que el samaritano, debemos superar nuestros prejuicios y tratar a todos los seres humanos con dignidad y respeto. Esta ética nos recuerda que todos somos parte de la misma familia humana y que nuestras diferencias no deben ser barreras para mostrar compasión y ayudar cuando se nos presenta la oportunidad.



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